La otra noche quedé con una amiga. No penseis nada raro. Si creeis que estoy como para meterme en líos de faldas vais equivocados, aunque debajo de una falda... no estaría mal. Ella es una chica normal. Yo un tipo sin complejos y con mucha cara dura. Lo normal vamos.
Ella dijo: "porque los tíos sólo miráis las TETAS a las tías" y aunque hasta ese momento sus tetas no me habían interesado, bajé inconscientemente la mirada. Y me encontré con ellas. Su pecho. Me chocó porque cada vez que ella decía "tetas" yo bajaba la mirada. No lo podía controlar. Era algo superior a mí. Supongo que es lo que llaman "el instinto animal"
A ella el pabo se le subía cada vez que yo bajaba la mirada y más tarde confirmé mis sospechas. Me dijo que necesitaba tabaco. Arranqué el motor. Llegamos al destino. Abrió la puerta se bajó y me dijo: "ahora no me mires el culo" y zas. Teniéndo la sensación de un chimpancé me quedé mirándole el culo. Hasta ese momento su culo había pasado tan inadvertido para mí como lo pasaron las matemáticas en su día.
En cambio durante 15 segundos no pude apartar la mirada de su, cada vez más alejada, parte trasera. Supongo que ella se reiría. Pero yo luchaba en contra de ese impulso tan simplón.
Conclusión. Aunque me digan que no soy un chico fácil...soy mucho más simple de lo que yo pensaba. Me dicen Tetas y yo miro. Me dicen Culo femenino e intento buscarlo discretamente con la mirada. Así que si eres tío y lees esto y por un casual, te creías distinto a mí o cualquiera de tus amigos que sepas que... ESTAS EQUIVOCADO en el fondo eres hombre y todos (gay y heteros) tenemos una debilidad común. EL SEXO O EL EROTISMO. Así que ya sabes, si algún día entras a un bar y quieres hacer amigos masculinos podrías empezar diciendo: "¿a vosotros nunca os ha pasado que cuando una tía dice tetas, no podéis subir ya la mirada en un rato?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario