domingo, 30 de enero de 2011

Disfrutar paisanos

Siempre escribo a las noches porque es el único momento donde la oscura noche, me deja la mente en blanco. Escribo de noche para que me eclipse la fuerza de la luna. Escribo con la luz encendida porque me da miedo la oscuridad. La inseguridad. El exceso de compañía y la ausencia de soledad.

Pasan los años. Esperando una vaga oportunidad que descubro ahora, nunca llegará. Siempre me he encargado de sonreir. De no levantar la voz. De exigir lo que consigo con mi esfuerzo. De no extralimitarme en lo que pido, en no limitarme a hacer sólo lo que me piden. ¿Para qué? Hoy en día la fama es como el Neskuik. Instantánea. Pero tan fugaz como el éxtasis de una corrida, cara o barata. Vas dejando de lado. Ilusiones, sueños y caricias. Todo por un objetivo que quizás no llega y no termina. Ser un hombre renacentista. Nunca conformarme. Siempre soñar y mejorar es mi estandarte. Mi forma de enseñarte, que detrás de estas ropas raídas y sucias, se esconde algo alucinante. Los pros ganan a las contras. Una buena contra despeja cualquier posibilidad de pensar en un pro. Y así continúa la historia.

Como un loco escribo sin pensar. Tonterías que con el tiempo me harán reir. Llorar. Rememorar cómo fui y cómo lo viví. Volver a sentir los sentimientos por los que un día viví. No es tan fácil escribir como la gente piensa. No es tan fácil sonreir cuando las cosas van mal. Llorar no es malo, pero en un mal momento puede ser fatal. Marca la diferencia entre hundirse o flotar. Soy como Ronaldo. Gordo, calvo y de vez en cuando muestro alguna genialidad.

El abatimiento no es una posibilidad. El estremecimiento algo ajeno a mi realidad. Cuando pienso que algo hago bien, se convierte en una banalidad.
Cansa buscar siempre una genialidad. Que otro que pase te robe tu identidad. En los tiempos que corren no puedes compartir una buena idea ni con la Parca. Tiene registrada la marca "Guadaña" la oscuridad es su marca. Es fácil recoger lo que otros siembran. Pero cuidado. Estense a cuenta. Que el que roba la paga. Todo lo iguala "La Guadaña".

Y viendo como se ve en la televisión, con videntes que conectan con el mundo del más allá. Si no te saldan cuentas en esta vida, preparate para el mañana. 806 806 806. (He aquí un mensaje firmado por el diablo. "Ocho Ocho Ocho prepara el culo que te la endocho. Firmado Lucifer. 666" El cero no se lee. Además no tiene rima fácil)

jueves, 27 de enero de 2011

Reflexiones de un majadero

Lo dicholas 00:03 de un intercambio entre jueves y viernes. Estos días claro que me han pasado cosas extrañas, raras y otras tantas que recuerdo. Tengo que pedirte perdón, puesto que estoy muy centrado en el partido que tengo este sábado, en el cual lo más probable es que dirija yo sólo al equipo. No pienso que no esté capacitado, si no que mi compañero es lo que me da seguridad en los partidos. Somos equilibrio mutuo y este sábado me da miedo "vivir demasiado" el partido como me suele pasar. Pedido el perdón, continío con una breve anécdota de esta semana:

Lunes. Comienzo de la última semana de Enero. Crisis mundial, Reyes y rebajas. Ley antitabaco incluída el pack. Lo que la suma de los factores da un resultado de una semana en la que poco o nada se iba a trabajar. A eso de las diez de la mañana entra una mujer rubia. Mediana estatura. Sus ojos transmitían energía, pasión. Vida en estado "adrenalítico"
-"Buenos días. ¿Podría colgar este cartel?". Me enseñó una hoja puesta horizontalmente. Le dije que sí sin leerlo, que no había problema. Me miró más de cuatro veces, lo que con la energía que me enviaba me incomodoba. Al final y ante el asombro de las 6 personas que estábamos en ese momento en el bar, sonrió y me preguntó:

-Perdona... ¿Tú eras el de las imitaciones?". Me dejó roto. Me descuadró y le respondí de forma negativa. Ella me confirmó que sí y dijo algo de una tarde de miércoles, que ella es cuando deja de dar clases.

Recordé aquella tarde, pero no sé si por vergüenza le dije que algo recordaba. Ya le dije que por qué no me recordaba por lo guapo, simpático, alegre o inteligente que era.
Repondió como yo esparaba. Con una carcajada sonora y contagiosa que se extendió por el bar.
Después salió por la puerta contenta, pero yo reflexioné en voz alta "Si que debo de hacer el tonto para que la gente me recuerde por hacer imitaciones y mi amplio repertorio de tonterías" todo el mundo siguió riéndose. A mi no me afectó en nada, pero... un rato payesete soy.

Unos me dicen que soy un crío. Otros que soy maduro. Poca gente tendrá una opinión intermedia sobre mí. O caigo bien o mal y no hay más. Con esto quiero decir, que cuando estoy haciendo todo el rato el tonto, la gente lo toma como un acto de inmadurez. Sin embargo yo pienso que bastante jodido está el mundo, como para encima andar con cara de perro todo el día. Claro que tengo problemas (tú los sabes más que nadie) y claro que tengo mis comeduras de olla, pero pienso que el que ríe sus males espanta.

domingo, 23 de enero de 2011

Estoy en días de reflexión...quién sabe, quizás saquemos de aqui algo positivo.
Tengo 22 años y los 25 están ahí al lado. Desde los 16 es imposible frenar el tiempo y han sido dos suspiros estos seis años. Llevo ya unos días con la idea de que no soy la persona que pensé ser con 25 años. Vale, me he orientado (el secreto está en cambiar el reloj de muñeca, por la brujula para orientarse)pero estoy lejos de las cosas que soñé ser. Está bien. Unaitxo nunca se es como se soñó ser. La vida da muchas vueltas y bla bla bla.

Ser entrenador federado de fútbol. Ser "lisensiado" (periodista) y... poco más. Esos eran mis sueños desde que era pequeño. Ahora, tal y cómo he conducido mi vida me empiezo a decirme a mi mismo eso de "si llego a... en vez de..." Desde pequeño y en cuanto descubrí qué era el fútbol (de pequeño cuando vivía en Villava y sólo jugabamos a "Power Rangers" por lo que eso del fútbol...ni idea de lo qué era)sentí que me encantaban los deportes. Viendo mi estado de forma se nota que soy de los que disfrutan más viendo y criticando que practicando. Pero la verdadera razón es que soy tremendamente patoso con lo que analizar se me da de puñetera madre pero entre lo que ve mi cerebro y la orden que manda a mi cuerpo...debe de haber alguna fuga no descubierta, porque si no nadie se explica mi incapacidad para coordinar movimientos.

Me diréis que soy joven, que tengo toda la vida por delante y bla bla bla. Pero edad límite 25 años. Como he dicho mil veces, no me preocupa la soledad, el estar sólo es sólo tener más tiempo para mejorar. El tiempo que invertiría en decir te quiero, te amo, en tu casa o en mi coche y es la primera vez que me pasa... Lo invierto en emparanoyarme en buscarme defectos para mejorar. Que tampoco está tan mal.

Y hasta aquí toda la trama filosófica espirtual de hoy. Mil gracias y nos vemos pronto.

martes, 18 de enero de 2011

Te juzagarán

Y como dije en su día, lo que diga el resto me la sopla. Deseamos ser famosos, tener los flashes de los fotógrafos en nuestro rostro reflejando diariamente. Deseamos desde lo más hondo un reconocimiento un...algo que la gente se pare y nos admire.
Pero muchas veces no aguantamos la presión de nuestro entorno.

Hoy mismo me han llegado un par de rumores sobre mí, lo cual no ha hecho si no hacerme reir un buen rato. 1.- Que si yo había besado a una clienta (dejé ese vicio hace un año, por eso de que donde tengas la olla, no metas la po....) 2.-- Que si yo había chismorreado algo sobre la vida de otra clienta.

Hay gente que se agobia por tonterías así. Gente que toma aire y empieza a argumentar cosas que para su receptor no serán válidas (puesto que, por lo general, quien te reconoce esos chismorreos, también se dedica a hablar de ti) y caen en saco roto.
Yo por el contrario, sé que la gente que me conoce creerá o no creerá esos rumores, así que vivo tranquilo. Quien se atreva a juzgarme sin conocerme, no se merece tener trato conmigo. ¿Para qué? Hay mucha gente en el mundo como para pensar que "me podré quedar sólo". Quien me conoce sabe que soy un tipo de puta madre, que si me demuestras que eres una persona y no un animal, cualquier cosa que me pidas lo intentaré cumplir.
Y me da igual qué digan de ellos por ahí. Si pasa el tiempo y me demuestra que es de fiar y educado se ha ganado mi amistad y mi respeto.

Como ejemplo el bar. Hay como 3 yonquis que tienen fama de no pagar en ningún sitio y de molestar a la clientela. En cambio puedo jurar que en 8 años yo no he tenido un miserabe problema con ellos. Cuando no han tenido dinero, antes de nada me lo han dicho.
De ahí me han pedido que les invitara o simplemente me han pedido un vaso de agua. Cuando no les invitaba nunca ha pasado nada. Han comprendido que son como el resto del mundo. Si hay dinero bien e invitar...cuando llegue la ocasión. Bastante estresante es nuestra vida, como para encima andar preocupando por lo que dicen de nosotros o de los demás. La vida, como en el fútbol, se demuestran las cosas en el día a día. En el campo de batalla. Que desde el banquillo se ve mucho y muy bien al vecino.

Yo sigo con mi filosofía de no juzgar a nadie, si no los hechos que yo he podido vivir o comprobar. Si mucha gente no se pone de acuerdo en definir un mismo color, ("rojo no. Granate. Yo diría que anarajado") imagínate hablar de una persona. La de tonterías que se pueden decir. Eso sí, quien me la hace una vez...no doy opción a una segunda. Si yo "me porto" y no es recíproco el trato... olvídate de mí ya.

B.S.O.

domingo, 16 de enero de 2011

Hoy me pongo retroromanticon (retro-romanticon)

Escucho a mi madre: "Ahora estoy para que me metan un muerdo de tornillo" y esa expresión me ha recordado mis tiempos mozos, donde habían distintas clases de besos. Por culpa de la memoria fotográfica que tengo, se me hace natural asociar un recuerdo a muchas expresiones que esucho en apenas segundos.

Así pues al escuchar eso de "muerdo de tuerca", he recordado a la hermana de 3 años más de una compañera de clase. No diré su nombre, pero diré que su nombre es el "femenino" de "Beo", (cuanto más la releo, más absurda me parece esta expresión, en fin). Aquella joven de 17 años, hábida de virginales mentes que corromper, se acercó a nosotros. Eligió a uno de los 4 imberbes que estabamos en aquel banco de la plaza central de Ansoain y preguntó seductora: "¿quieres que te enseñe cómo se da un beso de tuerca?"
De sobra decir que el gordo pero amigo simpático y majo (sease yo), no fui el elegido. Tampoco lo fue el amigo loco, casi esquizofrénico. Y mucho menos aquella mole gigante y ancha que caminaba arrastrando las puntas de los pies y que nos seguía a todos los lados apenas sin hacer ruido.
El elegido fue el más perfecto de los cuatro. El más fornido y el más tonto (por eso de que todos los tontos tienen suerte).

Supongo que sabiendo de nuestras ganas y llena de morbo, se giró y nos dijo: "y vosotros, si queréis mirais" Qué decir que aceptamos la propuesta. Era cómo ver en directo, el cacho más largo que jamás habíamos visto de una película porno"

Buscamos el lugar más recóndito de Ansoain. La puerta de salida de un garaje. Era de noche y apenas se veía nada. Ella se le acercó y le dijo: "esto es un muerdo de tuerca" Y le dió un beso que revolucionó los latidos de los allí presentes, deseando ser el receptor de aquella tuerca. Mientras le besaba a nuestro amigo, abría los ojos y nos miraba. Pensandólo ahora, yo también quisiera haberme visto la cara desencajada.

Después nos enseñó el "beso de tubería". Cogió la mano a nuestro afortunado amigo, se la introdujo por dentro del pantalón (nunca supe si sólo tocó braga o tocó carne) y ella hizo lo mismo pero en el pantalón de él. "Se llama así porque es como una tubería donde una punta y otra están conectadas." Esta vez la muy jodida, mientras se besaban, gemía un poco de vez en cuando. Esta vez no abrió los ojos y menos mal. Había 3 adolescentes observándola, con su único cerebro a pleno funcionamiento y despuntando.

"Y para acabar antes de quedarme a solas con él, un piquito" Juntaron sus labios apenas un segundo y se acabó. Nos despacho diciendo que nosotros ya habíamos aprendido demasiado por entonces.

Y los tres fuimos callados caminando durante 5 minutos. Cuando volvimos al banco donde empezó todo, nos miramos y todavía conmocionados comentamos la experiencia cual voyeur comenta en un foro.
No juzguemos a esta chica sin conocerla. Hay que decir que aquellos dos se las traían ya desde tiempo atrás. Que había química. Y que un calentón lo tenemos todos y todas.

Es una experiencia totalmente real. Siempre me he rodeado de gente genuina, que me ha permitido vivir experiencias únicas, irrealistas y sobretodo increíbles.
Desde que me he vuelto más mansete he dejado de tener contacto con esa clase de penas y visto lo visto...no sé si es una bendición o una condena.

jueves, 13 de enero de 2011

Un poco de Fito y reflexión

creo que esta canción es el himno de la hostelería. Al menos de la hostelería a un nivel más sencillo, de barrio. Fito se nota que trabajó de camarero. Sobre todo en eso de "tu educación es siempre algo fundamental"

Por lo demás...me va todo de maravilla. Vivo a mi rollo, sin hacer mal a nadie y muy orgulloso de la pinzada de olla que tuve el día 31. Retocado el día 2. Esa rapada de pelo bestial. Estoy super contento porque ha hecho efecto. Cada vez que me miro al espejo y me veo la cabeza poco menos que rapada (flipante cómo me ha crecido el pelo en dos semanas)recuerdo que este año es distinto. Que este año elijo yo y que poco o nada me va a parar. O quizás sí y descubro que mi vida la tengo que pasar atada a una botella dentro y fuera de la barra. Este año es para mí como el mejor regalo que podía tener: Un año en el que no sé qué me espera, cómo lo afrontaré y qué escribiré de aquí a un año.

Gorka-Limotxo trabaja camarero
en una barra encerrado todo el tiempo
aguanta al jefe y aguanta a las señoras
oye chaval!!! un licor de chirimoya
son las cinco, llega la pesadilla
café cortado, bollos y manzanillas
entre colores de una vieja cafetera
Gorka-Limotxo trabaja pero sueña:
Este maldito trabajo, voy a mandar a todos al carajo
Tras la barra del bar, una vida se va
Tras la barra del bar, una vida...
Pero los sueños se ven interrumpidos
por esa gente que pide todo a gritos
limpia la barra y aprieta los dientes
al otro lado la gente se divierte
a esa señora no la debes replicar
tu educación es siempre algo fundamental
tras cinco años llego a la conclusión
siempre el cliente no tiene la razón...
Este maldito trabajo, voy a mandar a todos al carajo...
Tras la barra del bar, una vida se va
Tras la barra del bar, una vida...
Gasta por la noche lo que gana por el día
su futuro tiene forma de "billete de lotería"
tomará unas copas ha acabado su jornada
atrapado en una botella
Dentro y fuera de la barra!!!

sábado, 8 de enero de 2011

Fito, libertad y...

Ya quedaron atrás los malos tiempos. Hoy toca algo de pastel de felicidad. Hoy es el día en que no pienso pensar, en si tentar o no a la crueldad. Hoy pienso caminar por la noche, por el boulebard. Camino de alguna historia aún por encontrar. Quién sabe, la cosa es sonreir hasta el amanecer. Hasta que se apaguen las luces del cielo, y el gran foco se deje quemar por el sol.

Tenemos que viajar. Tan lejos cómo nuestros corazones nos dejen volar. Escribir al ritmo de Fito y dejarnos de marear, por estupideces o pajas mentales aún por detectar, eructar o expulsar. Pensar...¿Pensar? ¡Pensar! pensar en no pensar, volar tan lejos podamos soñar y recitar por nuestros labios los versos menos verseados, de los verseados versos.

Que decir te quiero deje de ser una vulgaridad. Que le quiten al disparo su crueldad. Que tenga los arboles caídos en medio del bosque, tengan notoria sonoridad. Que no sea tan notorio el paso de la edad.
Que dejemos de pensar en la modernidad moral, que no nos estanquemos en la moral modernidad y que sobre todo, los niños hagan cosas de la edad.

jueves, 6 de enero de 2011

De profesión Antortzero

Visto lo visto, espero que los Reyes Magos de Oriente se hayan portado como si fueran de Occidente. Ya sabes, en plan consumista total.
Creo que esta parte que viene ahora se parece mucho o bastante, a la que escribí hace un año. Sólo que con más entusiasmo.

Como habrás podido comprobar, me encanta el estrés. Me hace sentirme útil para con mi entorno. Eso de andar corriendo de aquí para allá. De estar pendiente de los demás, de meter y que me metan (caña)y sentir que lo que hago tiene un sentido, un final o un resultado.

No se había acabado aún el entrenamiento cuando tuve que lanzarme a la carrera para cambiarme de vestuario. Sustituir las botas de tacos por las alpargatas, la sudadera por la blusa o "casaca" y cambiar el silbato por la antortxa.

Aparqué a las afueras de Ansoain y con el tiempo ya cumplido (eran las cinco y media y a esas horas ya se suponía que empezaba la cabalgata). Corrí cual galgo jubilado los 500 metros que me separaban de la iglesia. Llegué jadeando. Apenas articulé dos palabras, ya entendieron que yo era el antortxero que faltaba. Me vestí más rápido de lo que suelo desvestirme cuando tengo novia y me lancé a por los otros 200 metros que me faltaban hasta el ayuntamiento.

A partir de ahí, una caminata de dos horas y en las paradas venga a subir críos a la cabalgata, todo sin parar. Discute con un par de padres, saluda a todos los conocidos pero sobre todo y ante todo, reparte felicidad y entusiasmo a los más pequeños. Los protagonistas del día.

Yo ya sabes que soy un apasionado de las cosas que hago. Que lo vivo e intento transmitir esa energía a los que están a mi alrrededor porque disfruto.

Era el único antortxero que jugaba con el gusiluz o pirulo de luz. (La linterna esa que utiliza la policía para dirigir el tráfico) el único que bailaba y se acercaba a los niños para que cogieran la literna. En fin, para algunos habré sido el único tonto de la cabalgata. Para otros un tontico que quería llamar la atención.
Sin embargo, yo sé que lo hice para que los niños disfruten. Este año me tocó escoltar a Gaspar. En los tramos sin peligro, me acercaba a los niños y les decía "que no se os escucha. ¿Cómo se llama?" y los niños se ilusionaban más y desgastaban un poco más la voz.

Cuando yo era bastante más pequeño, recuerdo que sus Majestades de Oriente subieron a casa. Mi hermano y yo estábamos dormidos y me despertaron mis padres moviéndome y diciéndome "Unai, Iñaki, los Reyes Magos". Ya sabía la verdad para entonces.
Pero durante 3 minutos la olvidé. Sólo me invadió la sorpresa y el asombro. ¡Los Reyes Magos en mi casa! Ese momento imborrable, hace que esboce una sonrisa cada vez que tiro de infancia. Quizás sea por eso que me parezca imprescindible participar cada año en la cabalgata de Ansoain. Para devolver esos 3 minutos a cada niño de Ansoain con el que me cruzo el día 5. Y al igual que entrenar, también lo hago de forma gratuita.

Este último aspecto bien se merece un pequeñísimo apartado. Entiendo que estamos en crisis y... poco más. Cambias tu tiempo por la felicidad de muchos niños. ¿Tan importante te crees, que tienen que pagarte para participar en mantener la ilusión de los más pequeños? Cuando no sabes qué hacer tirado en casa, en un bar o aparcado en algún lugar sin nada que hacer, ¿tan valioso es tu tiempo entonces?

Porque es una pena enorme, pero cada vez participa menos gente y la que lo hace son en su mayoría jubilados, que llevan participando una veintena de años el que menos. Y quizás no tengamos tanto glamour ni seamos tan impactantes como las cabalgatas de lugares más grandes pero aquí sientes la magia de los Reyes. La ilusión de los niños, el calor de la gente que también colabora contigo. Yo soy el más joven con diferencia de los antortxeros y no quisiera imaginarme el año en que por "x" motivos me lo pierda. Así que en una época de crisis económica, ¿por qué no hacer un trueque de tu tiempo libre, por la felicidad de los demás? Además, si estás agusto, el tiempo que inviertas te parecerá poco.

Para acabar, te dejo una fotografía de un Olentzero, que es la misma vestimenta que utilizamos los antortxeros. Sólo que sin forro de oveja y sin pipa. Pero en el caso de esta fotografía vamos igual vestidos.



Nada más. Pasa buena semana y...¿nos veremos el lunes? Así te dejo algo de tiempo para que leas la entrada durante el resto de la semana.

domingo, 2 de enero de 2011

Mi verdadera historia

Tengo la sorpresa esperada. He realizado ese cambio de look que prometí. Así que pasemos a la sesión de fotografías egocéntricas. Sí apenas hablo de mí, encima ahora tienes que verme...Pero no nos enrrollemos más.

Ahí van un par de fotografías:



Ahí con una gorra del señor Jazzman. No me queda tan mal ¿o qué?



Aquí una que envié a un curriculum. Me rechazaron. No debí dar el perfil.



Atención, porque cuando me pongo la camiseta de Argentina, es cuando elijo hacerme fotos. ¿Casualidad? ¿Brujería?



Una última antes de la chapa. Como os digo la camiseta de Argentina tiene...algo. No reirse con mi "pose tan natural" por favor.




Bueno ahora va la paranoya por la que he decidido cambiarme de look. Este ultimo año que ha sido bastante bacheado, tomé la decisión de que tengo que ser un guerrero. No rendirme nunca y luchar hasta el final. Dar todo lo que tengo en mí, poner de mi parte y saber que no sé de nada. Que no soy experto en ninguna materia y que debo dejar la posibilidad, de aprender de quien me pueda enseñar. Todo esto, lo simbolicé en la metáfora de mi pelo.

En las películas, en los libros e incluso en la realidad, los guerreros medievales, se dejaban el pelo largo para dar más temor a sus enemigos. Para parecerse lo más posible a las bestias que demostraban ser en el campo de batalla. A su vez, para mí era un "no tengo tiempo para arreglarme, sólo tengo en mente luchar". Y así lo he imitado yo. Este año me he dejado barba, el pelo bastante largo, pero sobre todo la barba. Y ahora...pues mucho mejor verlo.

Antes:



Después:



Todo esto, tiene la simple y llana explicación de que empiezo desde 1. No desde 0 que es sin saber nada, sino desde el primer punto y aparte que hice en mi vida. Ese punto que me ha espabilado bastante. Por eso ya no hay barba ni pelo largo. Además...estaba cansado de ir a la peluquería y hacerme siempre el mismo puto corte de pelo.