viernes, 29 de julio de 2011

¿Qué hay de nuevo viejo?

Tras este paron (necesario como el que más) empiezo a volver. Hace una semana que tenía el gusanillo de escribir. A lo largo de estas 203 entradas he tenido muchos altibajos. Lo he dejado y he vuelto. A veces parecían despedidas eternas pero en el fondo sabemos que es el blog me es tan necesario como el respirar. Y sí. A veces dejo de respirar y me dejo llevar por el ajetreo y estrés de mi vida. A veces olvido quién soy y me doy cuenta de que me tiño con tintes grises. Yo no quería ser ese tipo de personas que cada Lunes desea que llegue el viernes para salir de trabajar y empezar a disfrutar.

Y en parte en eso me he convertido. Quizás amoldado a unas necesidades que no son mías ni tan poco vitales. Hoy en día disfruto del viento pegando frente a mi pecho, de ver mi vida resbalar en esa curva en la que he calculado mal y he tenido que rectificar la trayectoria para no accidentar.
Me doy cuenta de que este blog es ... sin duda alguna vital para mi. Fiel reflejo de mi ánimo vital, de mi equilibrio o ansiedad. Así que una vez gracias. Porque me siento en deuda cada vez que me lees. Cada vez que me escribes un comentario. Sé que no soy nadie y que mucho menos me tengo que creer lo que no soy. Pero gracias por hacerme sentir, con tu latir aquí dentro que estás ahí.
Muchas veces eres un desconocido y otras tantas un buen amigo. Va por ti.

En este paron tengo que actualizarte. Debido a que cada vez cobro más tarde, me he permitido el lujo, la incosciencia, la mala compra y el capricho de comprarme una moto de 125. No paso de 100 km por hora pero es ... La sensación de meterme en curva a 60 km/hora y ver el asfalto cerca me relaja. Es una situación de estrés ( antes de meterme en una curva o en una rotonda, miro mis brazos y pienso "Unai quieres seguir viendolos tan sanos ¿verdad? pues ya sabes. Tranquilo") que me está creando adicción. Hoy hace una semana que la tengo y aunque sé que es por la novedad, me tiene más enganchado que la droga a un yonqui. Creo que empiezo a depender un poco de ese chute de adrenalina que me produce montarla. Por cierto, la hago llamar Daysi. Sé que es coreana y que en el fondo me molaría buscar un nombre en coreano que significara "piloto inexperto que jamás se caera sobre esta moto" aunque también dudo si existe una sola plabra que abarque todo eso en coreano y que en español suene bien.

También he de decirte que me descojono vivo del amor. Sí. Tengo a Daysi que la puedo poner a 100 cuando quiera y encima si la trato mal o la descuido luego me arrepentiré.
Pero esto viene dado por una situación que me pasó en San Fermines.
En mi puta mentalidad de creer que soy como Ted Mosby, pensé que el destino me estaba marcando que supiera de una ex mía.

Sí, porque mis padres se la juntaron cuatro veces en tres días, preguntó por mi. Pasó tres veces por la frutería de mi madres medio minuto antes de que yo llegara ... eso y las ganas de saber de ella, me hicieron creer que eran señales del destino, (jajo - jajota) así que una tarde que no tenía nada que hacer, me acerqué a su casa. Hacía más de cinco años que no la veía, así que vencí mis nervios y me lancé a por el timbre de su casa. Ella se sorprendió y accedió a bajar al portal.

Nada más abrir la puerta me plantó: "No quiero nada contigo. Yo busco alguien más maduro."
Se me escapaba una risa irónica mientras pensaba "joder... lo que me faltaba ya."
Le contesté que no quería nada con ella, que sólo quería saber de ella. Es cierto. No pienses que en cinco años sin verla pensaba que nada más quedar con ella, iba a mantener relaciones o se enamoraría de mi. Y tras una breve actualización vital, empezamos a hablar de temas banales. Que si ella veía muertos, que si los escuchaba ... Temas banales entre nosotros, así que te puedes imaginar qué tipo de relación tuvimos.

Durante un momento me dijo que ella no estaba buscando novio, bueno sí, pero con una persona más mayor que ella (versión suave del "contigo no bicho") y volvió a despertarme del letargo mental que me había inducido. A continuación me dijo "es que tú no has cambiado. Tú sigues igual de enamoradizo"
Me soprendía que pensase que yo quería algún tipo de relación más allá de la amistad, simplemente por que hacía bastante tiempo que no sabía de ella y un día me había atrevido a saber de ella. Me miré en el reflejo de cristal y pensé en si mi imagen reflejada, era un reflejo ante los demás de un friki pajillero y seboso que sólo piensa en trolear blogs y masturbarse compulsivamente hasta sufrir un desvanecimiento físico.

En un momento etilico, inmaduro y comatoso mentalmente, la noche anterior había decidido escribirle una carta que le metería en el buzón en caso de no atreverme a llamar al timbre. En ella le decía que hacía mucho que no sabía de ella y que me gustaría quedar para tomar un café sin otro motivo que saber de ella.
Y mientras veía el reflejó adiviné lo que ella veía en mi. Así que ni corto ni perezoso decidí meter la quinta y seguir cual guión televisivo la misiva que tenía guardada en el bolsillo trasero del vaquero. En menos de tres minutos ya me estaba despidiendo de ella. Cuando me encaminaba hacia el coche escuché algo de que ya me llamaría. Los dos sabíamos que no lo haría porque ni ella me pidió el teléfono ni yo tenía el suyo. Esbocé una sonrisa satírica al coche. Él no me respondió pero me ayudó a alejarme de aquel portal.

Una vez en el polígano (sí PO-LÍ-GA-NO y si te suena mal es que no escuchas buena música) puse un poco de Extremoduro mientras el viento se llevaba en pedazos el resultado de la sidra de la noche anterior.
Pensé. Casi hasta lloré de rabia. "Enamoradizo", "sigues", " tan" rebotaban en mi pantalla transparente de cristal, como lo hacen las palabras de los salvapantallas del ordenador.
Sé que por una parte llevaba razón. La facilidad infundada por la pasión con la que vivo y hago mi vida, muchas veces me ha impulsado a creer que estaba enamorado cuando no lo estaba. De hecho estoy seguro de que una vez estuve enamorado pero ya se me pasó. Ahora pongo más filtros para poder acceder al epicentro. Y si te soy sincero, la apariencia física me la trae ... más floja que flojos están los tornillos de Daysi.

Ahora sé que la mujer que haga replantearme cosas sólo debe de tener dos cosas. Inteligencia y carácter. Que pueda mantener una conversación de más de diez minutos en persona con ella y que encima me ponga las cosas claras. Entonces sé que me dará igual que sea alta, baja, gorda o esquelética. Cómo tenga el pecho, la cadera o grande sea su boca para la práctica (leáse de la manera más gustosa jajo-jajota) y ahora mismo, hoy por hoy y tras aquel suceso, tengo más claro todavía que posiblemente no la conozca o no repare ahora mismo en ella.

Con lo que siendote sincero, y poniendo fin a mi extensa vuelta, vivo mucho más feliz. Concentrado en mi futbito, en mi coche y en mi moto (sé que en el fondo soy un tío afortunado) en el currelo cada vez más axifisiante y en soñar que el año que viene sobre estás fechas, el miedo a una nueva vida me agarrote los dedos del teclado. Disfruto de la libertad que me propicia despertarme un sábado por la mañana y saber, que menos el mal tiempo o que Daysi se encabrone, disfrutaré del miedo a entrar en una curva un poco lanzado. De la sensación plana de chocar el viento contra mi pecho. Del miedo cada vez que siento cuando a 100 km/h un camión viene en sentido contrario y me produce una racha de viento que me desplazara un poco.
Pequeños placeres que, viendo mi entorno, no podría realizar de ser tan enamoradizo.

Así que en parte me vino bien quedar con ella. Valorar y disfrutar de mi estado de tranquilidad que a día de hoy, es lo que realmente busco y necesito. De aquí a una temporada quién sabe. Quizás tenga tres hijos y me haya separado tres veces pero por ahora...Espera. Sí, AUNQUE VUELVO A ESTAR ACATARRADO (mierda, mierda y mierda de nuevo) creo escuchar la llamada de Daysi. Sí. Espera que ahora voy.

domingo, 3 de julio de 2011

Mi riconcito



Han pasado los años. Gracias a algo sigo aquí para seguir escribiendo y experimentando. Sufriendo y alegrandome por partes iguales al fin y al cabo. He pasado de ser un niño a convertirme en un adolescente y ser eternamente joven.

Sí. Antes joven se era hasta los 30. Hoy en día sigo escuchando cosas como: "Yo ¿cómo me voy a casar? Sí todavía con 45 años, soy joven".


Mirando la estantería llena de viejas cintas de VHS, cedés de música, videojuegos y sobre todo de fotografías y de pequeñas figuras que me han ido regalando amigos y ex novias por partes iguales, me invade una añeja sensación . No es una sensación añeja porque no creo haber vivido lo suficiente, pero sí esa sensación de "lejanía temporal" conforme a las 3 instantaneas que siempre tengo en frente cuando escribo. O a esa rana con gafas de buceo que guardo en recuerdo de la primera novia un poco más seria que tuve.
Así que para que me conozcas un poco más y para que cada vez que leas te imagines desde dónde lo hago te describiré por encima mi escritorio contandote un par de batallitas de los objetos.



Y a mi derecha queda esta otra parte



No sabes la mala leche que toca hacer cuando me dice la madre: "pasa el polvo por la estantería" y como sé que luego pasará el dedo para ver si lo he hecho o no...tengo que desmontar media estantería. Castigo es poco.
Podrás ver mucho desorden. Mucha aglomeración de cosas pero me encanta. Y sí. El vídeo está muerto en un armario, con lo que las cintas cumplen la misma función que los libros sobre una estantería: Dar sensación de relleno.

En la primera fotografía, podrás ver cómo debajo de la foto de mi comunión hay una serie de fotografías. Ahí es donde miro cuando estudio o cuando escribo y me quedo en blanco. Una fotografía de hace 11 años, cuando cursaba 5º de primaria (11 años ya...) el típico cuadro con mi nombre y su significado y de fondo una foto del instituto y encima una de los amigos.




Debajo de esa mega estantería está la impresora. El portatil y una serie de frases automotivadoras. La que más me gusta es: "El verdadero éxito consiste en descubrir "quien eres", en lugar de calcular "qué serás" de Kafka.
Aunque hay una frase de Einstein que también em motiva: "los grandes espíritus simpre han tenido que luchar contra la oposición de mentes mediocres"

A lo que ibamos. Si te has imaginado la rana con gafas de buceo te voy a enseñar la foto para ver si era como te la habías imaginado o no. Le faltan las manos, pero oye a nuestra relación también le faltó algo y yo no dije nada jajaja.



Y sí. Yo aparezco con apenas 8 años en la fotografía de la izquierda. En la botita esa.



Esta es una radio con un gran valor sentimental para mi. Me la regaló mi abuela hará 9 años. Más menos que más. Mi abuela falleció el mismo día que nos íbamos a la semana blanca a Ochagavía en segundo de la ESO. Recuerdo que eran las 8 de la mañana. Yo estaba tirado en el sofá viendo la televisión y sonó el teléfono.
Como siempre mi intuición me dijo que no era bueno, pero no le di importancia. Mi madre descolgó y al poco me miró y le dijo a mi padre: "te acompaño en el sentimiento". Yo me vine abajo. Sí. Mi abuela, como todas supongo, era la mejor del mundo. Ella me enseñó a freir patatas fritas y casi la vuelvo loca varias noches, cuando al despertar, veía cómo suelo del salón estaba lleno de café, colacao, pan rallado y leche y muchos juguetes por ahí esparcidos. Yo lo llamaba "el rally de Burlada". Siempre que miro esa radio me acuerdo de ella.


Aquí tengo a Cupido. Salió una colección y mi época de amorío y de pensar que el amor era fantástico ahí lo compré. Sí. Muchas veces lo miro de reojo y él se me queda mirando inmóvil. Quieto. Como si llevara años fijo en una misma pose.



Y por último mi gran tesoro. Mi rincón de amor al arte de las dos ruedas. Mi estantería de motos de Valentino Rossi. La mitad de ellas para despice ya que entre hermano, madre y visitas me las han dejado sin cúpula (el cristal del morro de la moto) o sin manetas (lo que viene a ser el mango del acelerador o freno delantero de toda la vida).




Sin más dilaciones espero que hayas disfrutado por este viajecito por mi rincón de la concentración. Muchas gracias y nos vemos.

viernes, 1 de julio de 2011

Si estás de bajón prohibida su lectura

Llevo una temporada dandole vueltas a una idea un tanto "emo". A veces hasta me pregunto si es anormal o si es malo pensar en ello, ya que igual descubro la realidad de mi estado mental y tengo que hacer un Yago Lamela (encerrarme un fin de semana en un centro psiquiátrico).
Verás, ultimamente pienso en que quizás yo no sea el afortunado que viva hasta los 70 años. El que se muera de viejecito con su familia y mi casita en la playa. Pienso que quizás, esa noche que cojo el coche un poco "tocado" tengo un accidente y me quedo atrapado entre los hierros sin salida o peor aún, me lleve a alguien por delante y condene mi vida a una muerte en vida. Me da igual en prisión que en libertad. Viviendo inerte. Sin alma.
No es que coja habitualmente el coche cuando voy tocado o que me meto mil rayas y voy al límite. Simplemente escuchando las muerte que hay cada día pienso ¿y si me toca a mi esta vez?
Por eso, así como he perdido un par de años de mi vida dejando de estudiar y trabajando, debido a una mala elección que me arrastra hoy día, intento aprovechar cada vez más mi tiempo.
No. No es una obsesión. Es una manera más de ver la vida.
Ultimamente cuando estoy tirado en el sofá o en la cama, a veces llenando minutos vacíos, me visto y me salgo a correr. O me pongo a preparar entrenamientos para la temporada que viene o simplemente me activo.
Me sorprende cuando escucho la típica frase de "no quisiera morirme y saber que no hice tal cosa" a lo que yo me pregunto ¿Tú qué ostias vas a pensar? si en el momento que te llegue la hora, vas a estar luchando por sobrevivir. No porque quieras o no. Simplemente porque mucha "razón" que tengamos no dejamos de ser animales. Cierto, tenemos la capacidad de razonamiento, de amar, pero nuestro ser más primitivo. Lo que forma parte de nuestro ADN, lo que somos todos y cada uno de los humanos es que somos animales. Por tanto nuestros instintos más básicos siguen ahí. Quizás menos primitivos y más "reformados" pero es algo innato. El luchar por lo "nuestro", el luchar cuando hay un conflicto con otro ser (bien a puñetazos bien con jjugarretas) , la competitividad, en el caso de los animales por una hembra o por un territorio y en el nuestro de manera más "reformada" por un objetivo laborar, vital o social.
Por eso cuando estás agonizando no creo que pienses "es que mi vida ha sido una mierda o ha sido un éxito total" simplemente no creo que te de tiempo a razonar. Serás un animal intentado desatarse de su trampa. De su enfermedad o de su cárcel de hierros doblados. Un animal que aunque haya decidido poner fin a su vida de forma razonada, involuntariamente antes de llegar al suelo, después de lanzarse desde un octavo piso, pondrá las manos tapándose la cara en un acto "inconsciente" de sobrevivir.
Por eso (y el motivo real de esta entrada, que como siempre he desvariado) es escribir mientras aprendo, mientras me lees, que al menos he intentado hacer un poco de todo. No agobiarme con si tal o cual van a ser o llegarán a ser tal cosa en la vida. Simplemente cada día poner un granito de arena en lo que me gusta. Sin importarme el pensamiento o las palabras, miradas, gestos del resto de personas. Saber que la muerte, aunque tabú, es algo tan real como la vida.
S
Sí, sé que es un poco royo Ying-Yang pero es algo que tengo en la cabeza. Que está ahí.
No es que piense todo el día "ostias ¿y si mañana me muero?" Simplemente intento hacer que mi vida esté aprovechada. Que no sean muchas folios en blanco sino que tengan como mínimo alguna comilla escrita. No es hacer por hacer, es no conformarme e intentar tocar todos los palos posibles. Ya ves, ahora toco nuevo palo con un grado medio de radio. A ver si me gusta y le doy fuerte.
También tengo que confirmar mi fichaje por el Burladés UCD con lo que se dará pié a mi segundo año como entrenador en la misma categoría.
Sigo trabajando para que cuando me toque buscarme la vida lejos de casa, tenga al menos una base.
Está la posibilidad de sacarme el carné de entrenador nivel 1. Lo cual me abriría puertas a nivel nacional y poder entrenar con menos dificultades en caso de asentarme en otra comunidad.
Ya ves que ni tanto ni tampoco pero así soy feliz. Después de no estar haciendo nada, esto es una bendición. Me gusta, estoy concentrado y supongo que de esta manera serán menos las veces que durante mi vida piense: "voy a morirme sin haber..." Puede que me equivoque. Según la última mujer que besó mis labios "s q ers muy exao pa lante"en un sms.
Y puede que sí la verdad pero es que de no ser así, no hubiera hecho nada en mi vida. Simplemente hubiera echado muchas horas deshechando hechos que habiendo podido hacer algo de mi vida, poco hicieron por echarme para adelante. (Jajajajajajaja)
Un placer aguantarme y espero que me des tu opinión. Es un tema peliagudo. Poco tabú y provocador por partes iguales. Por cierto vuelvo a la melomanía de antaño.