miércoles, 10 de agosto de 2011

Poca paciencia

Vuelvo a mi submundo. No sé si por necesidad o por gusto. Quizás más por comentar la angosta sensación de tristeza y gusto por partes desiguales. Dicho para los cañis ... soy un F1 con poca gasolina que, cuanto menos tiene, más se exprime por rendir.

23:36 de la noche. Cierro el Miércoles para dar cabida a otro Jueves. Un Jueves de madrugar temprano, de trabajar y salir a medio día. De comer. De pensar qué debo de cambiar. De tumbarme en la cama y soñar. De planificar mil cosas que hacer en apenas 3 horas y no hacer nada.
La idea de ir al cine, al planetario, al museo ... se desvanecen en simples deseos. Llegarán las 19:30 y dudaré entre coger moto o coche para llevar al compañero de curro. Elegiré coche porque la moto es algo más intimo. Donde paquete y piloto tienen que coordinarse para tumbar, para preparar el cuerpo, para concentrarse en anticipar el asfalto que devorará el eje delantero.

Después llegaré a casa y me plantaré frente al ordenador. Demasiado tarde para quedar con alguien y muy pronto todavía para mi fiestero cuerpo. Mañana pensaré, porque hoy cuando me despedí de ella lo he hecho, en llamarla otra vez y quedar para tomar algo. No mostrarme pegajoso. Preguntarle a ver si quiere sexo sin compromiso por aquello de que ninguno de los dos estamos preparados para hechizos de amor, y después ...

Quién sabe si para empezar, le apetecerá volver a quedar conmigo. Una vez conseguido, quién sabe si me meterá un tortazo y me calificará como un cerdo o aceptara la, por otro lado real y hasta cierto punto animalmente necesaria, propuesta sexual.
El otro plan es irme a la playa. Es fumar, beber, comer, jugar a la consola y otra vez playa.
Por un lado ... esta chica me tira. Es inteligente, tiene carácter y encima lleva gafas.

Y si no lo sabías te enteras ahora. No sé por qué y me lo he preguntado mil veces, mi fetichismo sexual son las gafas. Puedo ver a un bombón y a una mujer con gafas menos atractiva y seguramente me lance a por la de gafas. Y hoy en Pamplona, tomando algo con ella me he dado cuenta de que estoy enfermo.
Con esto de la visita del Papa a Madrid, la zona vieja estaba llena de Boy Socut y opusianas de gafas ... Durante 2 horas he estado en el cielo. La chica en cuestión y decenas de ángeles con gafas. Mentalmente estaba baboseando como Homer ante cualquier objeto mínimamente comestible.

Como decía parece que la rutina se apodera de mi. Casi con total certeza habré escrito mi futuro Jueves. Me quema. Me disgusta pero lo asumo. En el fondo sé que es una cuestión de tener paciencia. Cuando hablo de mi futuro la gente le resta importancia. Cómo considerando que hablar de futuro es hablar de sueños incumplibles. ¿sabes qué te digo? Que sé que mis sueños son objetivos reales. Planificados en escala y calculados. Objetivos en toda regla.
Hoy ella, me hablaba de que quería aprender inglés, viajar por Europa, aprender la guitarra, saber francés, comprarse una moto ... Mi consejo ha sido que se limitase a cosas que podría hacer este año. Aprener inglés y tocar la guitarra el fin de semana. Ella ... no me ha hecho ni puto caso. Me ha gustado. Desde Mayo que tomé la decisión estoy organizando mi vida de aquí a un año. Deseando que pase cada minuto y cada segundo para que llegue. Para buscarme la vida en otro lado. Para pasarlas canutas a más no poder.

Sé que en el fondo tengo que tener más paciencia con mi vida. Quiero adelantar pasos en algunas cosas. Quiero que el tiempo pase y tengo que valorar más las lecciones que recibo cada día.

En fin. A ver cómo me sale el viernes. Si acabo bebido, fumado y tirado en la playa, o me juego un tortazo.

Gracias por leerme. Espero comentes si lees y un fuerte abrazo. Cuidate

Cochinadas a parte

No hay comentarios:

Publicar un comentario