domingo, 20 de junio de 2010

Vecina 2

"Anda sube y dale a este botón" Sube tímida pero el espíritu aventurero le obliga a subirse al coche de aquel tipo gordo, de voz profunda pero que no dejaba de intrigarle.

Entrea. Aprieta el botón y el coche pierde una parte del techo. Se sorprende. "ahora dale aquí" Se cierra y se vuelve a abrir en su segunda y última posición. "Venga sólo hasta que encuentre sitio por favor. Que si estás esperando a tu príncipe azul no pasa nada...yo te dejo aquí y ya nos veremos" Con el orgullo más herido que otra cosa decide apretarse el cinturon de seguridad. "Este me va a decir a mí lo que tengo que hacer" supngo que habría pensado.

"vete tranquilo que me he subido con cada uno..." Me dispara. "Tu tranquila que si quiero hacer el cabra lo haré pero no es mi estilo. Disfruta de la comodidad que te ofrece este Audi 80 del año 94 y de las risas que te puedes echar con su piloto. Con nada más."

Mientras buscamos sitio es cierto. No para de reirse. Encuentro un par de huecos pero me gusta su risa. Su, a veces,carcajada así que decido no aparcar/ aparcarme.
Y sigo dando vueltas. Por otro lado tampoco quiero parecer un aprovechado así que aparco. Se encuentra cómoda. Lo sé. Saboreo esa situación como cuando tengo el placer de saborear una mousse. "Buero ya eres libre de irte con quien quieras ¿ves cómo no es tan difícil? Y además sigues con tu flor intacta" Durante la conversación que hemos tenido me ha sorprendido una cosa. A mí que no me conoce de nada y sabe que estoy soltero...¿un radar? ¿Una investigación? Sólo ella sabrá la respuesta, yo prefiero seguir con la incógnita.

"Me quedo Unai. Unai el del monólogo (si querid@ lector/a yo también he hecho mis pinitos en el mundo artístico) me quedo aquí a ver que me puedes ofrecer" No tengo planificado nada. No tengo nada que ganar ni nada que perder. En lo que me quede de noche

No hay comentarios:

Publicar un comentario