jueves, 3 de junio de 2010

El poeta ya ni se queja

Que no tiene dinero ni para llorar.
Que le resulta cara hasta la mediocridad.
Y eso te pasa por bobo.

Por no diferenciar lo fácil de lo real.
Lo fácil es lo cercano,
lo difícil andarse y moslestarse.

Y ojala me pudiera emborrachar
pero soy tan pobre
que he de soñar.

Cerrar los ojos y disfrutar de mil licores
Y soy tan desgraciado que nunca seré nada.
Tan cobarde que me comerán.

y sólo soy un mendigo
de la Alta Suciedad.

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