miércoles, 16 de junio de 2010

Ella era ninfomana

Y Yo era un hombre.
Ella se me insinuó.
El pulso me tembló.

¿es esto fruto de mi imaginación?
Algo dentro de mí se preocupó.

Mi otro yo se tensó.
Me ruboricé.

Ella me comía.
Yo la deseaba.
Se desabrochó la blusa.

Pude ver a mis dos musas.

Me miró. Me fundió. Me absorvió.

Los dos éramos uno.
Yo dentro de ella.
Ella parte de mí.

Hizo un gesto.
Miré para otro lado.
Mordió. Sonreí.

Los dientes se utilizan para masticar
no para dar placer.

Hizo que me arrodiyara a sus pies.
Accedí.

No dejó de sonreir. Esta vez verticalmente.
Y arrastró mi rostro por su verticalidad
al mismo tiempo que empezaba a jadear.

Yo le sonreí. Saqué la biperina y respiré.
Ella me apretaba fuerte
mientras yo le agarraba la retaguardia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario