viernes, 20 de mayo de 2011

Se acaba el curso

Se avecina la despedida amigos. Dado que apenas tengo tiempo y el futuro no depara más tiempo si no mucho menos, la decisión está en el aire, pero la realidad es obvia. Con el grado medio, el carnet de entrenador, el trabajo y entrenar... poco o nada se va a poder escribir. Por cierto:
Me he hecho adicto a las obras. Sí, a las construcciones. Resulta que enfrente del bar, están abriendo toda la calle para el saneamiento y la red óptica. Y sí, uno trabaja y cinco miran. Tanto los de fuera como los de dentro de la obra. De hecho yo en cuanto tengo algo de tiempo libre y después de dejar bien limpio todo, me asomo a ver cómo trabajan.
Me encanta porque es como ver de cerca, como adultos manejan los juguetes (aumentados en mil veces su tamaño) que utilizabas tú de pequeño. La escavadora, la apisonadora, el trailer...
Además, hay que ver la pericia que tienen estos últimos. Pasando por sitios super estrechos Y ENCIMA HABLANDO POR TELÉFONO mientras van marcha atrás.
Me he vuelto un adicto a las obras. Me quedo embobado mirando la pala, a los obreros discutir.
EL otro día reventó una tubería y empezaron a salir "expertos" a diestro y siniestro. Los primeros los clientes del bar y después todos los obreros. Se tiraron una hora de gritos y revolotear de planos. Y yo, apoyado en la mesa de fuera, disfrutando del sol. De tener un descansillo y de la escavadora.
Los obreros son gente muy simpática. Todo el día venga a hacer bromas y en un ambiente estupendo. Eso sí. A mi me gusta pero si yo soy el camarero y ellos los currelas.
En fin, que como dicho anteriormente...Esto suena a despedida. Quizás en esta época quiero volcarme más en otras cosas. Sé que llega el verano. Que no es cuestión de cerrar esto, justo en el momento en el que empieza la época de aventuras y sinsentidos propios de la juventud.
Me despido mañana de Orvina. Y dentro de poco del blog. Ala a cuidarse.

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