viernes, 23 de enero de 2015

ES UNA DESPEDIDA

Si tenía que volver por aquí era para cerrarlo. Seguiré siendo yo mismo y El Poeta Borracho vivirá en mi como lo que es: La cara opuesta de la luna que visito cada noche. En realidad no me despido, me traslado a otro sitio más serio. Con el paso del tiempo vamos cubriendo nuestra inocencia, como la selva más salvaje que cubre su corazón con más maleza, para que sólo los aventureros puedan llegar al centro de toda vida.

En este 2015 las cosas pintan de otra manera. Aquí me he sentido cómodo, más que un blog, considérese un diario adolescente y juvenil. El de un tipo de pasado duro, reflexiones largas y absurdas que no deja de cometer fallos. Pero amigo, amiga, ahí reside el truco de la vida. En fallar y no rendirse. Es absurdo el concepto "aburrido" cuando hay tantas cosas en las que errar y aprender.

Y ahora toca dar las gracias. No me gusta que me las den porque me ruborizo pero me encanta darlas, además hoy es mi día y me sale de los huevos.

Lebaron, no te veo desde hace... pero Pamplona tiene oídos por todos sus rincones y se cuelan por entre los ladrillos, silbidos de que estás bien. Creo que estás con un tema de producción en Vitoria.
La novela aquella... cómo te hice perder el tiempo, te pido disculpas. Ahora mismo es una semilla que a paladas remuevo bajo tierra. Quién sabe si algún día... Así que gracias por apoyarme en todas mis locuras literarias. Siempre vas a ser una persona muy especial para mí. Seguiré pensando que tu genio es una bendición que ha puesto una fuerza superior entre nosotros, para que nadie se pase de la raya.

María: ¡Sós un escanto! La primera persona que me comenta un escrito sin conocerla de nada. Junto a Lebaron y Flexo, la motivación para que este diario siguiera a latidos e impulsos desorientados. La única vez que te vi fue en fiestas de la Txan y perdón si no supe de lo que hablar o parecí un completo imbécil intentando dármelas de escritor bohemio y transmodernista. Soy un galán de una época donde los caballeros cabalgan sobre burros y las princesas nacen en portales. Cada vez que abro la boca delante de una mujer, la mezcla "Trans-caballero" sólo me puede traer recuerdos ruborosos.

Aprovecho el descanso para recordar un tema demasiado recurrente por aquí: mis ex parejas.
Espero que no entréis aquí en la vida. No tengo nada que ocultar porque si en ese momento necesitaba expresar aquellos sentimientos, era porque lo pensaba así. En mayor o menor acierto pueden pasar los años y estar de acuerdo o no pero nadie merece que le pongan verde o la amen a las espaldas de Internet.

En última instancia el sumiller que mezcla los mejores licores para unas estupendas borracheras, que trabaja con luz bajo flexo y tiene por mascota una pantera. El maestro que atisba los rincones del universo a una velocidad que admiro por la apariencia kamikace pero al mismo tiempo segura y confiada. Quizás él sepa más de fracaso y aprender que nadie. Quizás él haya visto la muerte a los ojos y la haya apartado indiferente. Gélido en apariencia pero rabioso y justiciero por dentro. ¡Hasta me escribió un poema! Lo guardo como uno de esos tesoros que sólo el alzheimer podrá quedarse.

A todos vosotros, o a ti que has caído de casualidad y has tenido el valor de leer hasta el final, a ti Unai/ Poeta Borracho que caerá aquí en busca de alguna respuesta que ocultó su yo pasado. Ojalá lo leáis pasados unos años. Espero que no leáis la entrada hoy mismo sino que os venga un recuerdo y visitéis la borrachera de un poeta para sonreír con estas palabras. Ojalá pase un siglo.

Un último consejo antes de despedirme con un poema que publicaré como última entrada. Entre otras cosas porque la poesía es el camino para depurar el alma.

¡VIAJA! No te limites y comete errores. No hagas como yo que me he pasado media vida ahogado en mi propio vómito. Si puedo aportar al mundo un consejo útil que sea ese.

1 comentario:

  1. Vaya, con retraso, pero lo he leído. Mucha fuerza y nos veremos pronto espero!

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