jueves, 8 de diciembre de 2011

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Así como en las películas no te enseñan cuando caga el personaje, ni cuando se rasca el culo, yo tampoco tengo por qué darte más explicaciones de lo que hice aquel día. Ni tampoco en qué soñé o con quien. Si quieres saber ese tipo de cosas, no sé ... haz como todo el mundo. Mira mi puto perfil de una red social de esas y sabrás mis altibajos emocionales, lo ciego que estaba ayer por la noche y las caras de subnormal que pongo cuando voy bebido.

Llego del trabajo de nuevo. Estoy machacado. 12 horas sin parar. SI no fuera porque mañana es el cumpleaños de mi hermano, ni si quiera sabría en qué día vivo. Me despojo de todas las uniformidades que me puedan caracterizar.
La gente está muy mal joder. En mi paseo rutinario he visto más de 15 hojas de reclamación. No tenemos paciencia. 6 de ellas han sido por esperar mucho tiempo en un restaurante. Dicen que el ser humano es un animal pero con sentido de la razón. Mentira puta. Si ves que un restaurante está lleno y tiene una cola de 20 personas antes que tú ¿para qué cojones te pones a esperar si tienes prisa? Si mínimo le va a costar 30 mins sacarte el pedido.

6 reclamaciones siguientes han sido porque las dependientas de las tiendas de ropa, se han mostrado "bordes". Normal. Las entiendo. Después de tener la tienda llena y atender de forma personalizada a una señora que se ha probado 5 prendas y no ha comprado nada, hasta Ned Flanders perdería la paciencia.

Las últimas 3 han sido los típicos listos, que aprovechan que está el suelo mojado y se tiran para poder denunciar al centro comercial. Malditos bastardos. Van de listos y las cámaras de medio centro comercial, les han piyado cómo cuchicheaban e incluso hacía ademán de tirarse al suelo para preparar la caída.

Incluso a mi me han querido joder por tener los zapatos sucios. El problema está en que lo ha hecho la persona equivocada.
Como decía esto de las redes sociales no está mal. Al final puedes curiosear a gente que no conoces y que no sospechan que tú les has ojeado.
Así que esta tarde se me ha acercado un tipo de mi edad. Me ha mirado de arriba a abajo y me ha comentado que quería hablar con mi superior. Que con los zapatos sucios no se podía venir a trabajar y que como a él le habían despedido, él también quería joder a alguien. He mirado mis pies, y apenas tenían un poco de polvo en la puntera, de una obra cercana .
Así que le he invitado a que me acompañara a una habitación donde se encontraba mi superior.
Sin mucho esfuerzo lo he inmovilizado. Lo he tirado al suelo y le he metido tal paliza ... que creo va a recordar el número que calzo toda su puta vida. Lo he arrinconado contra una esquina, tirado en el suelo y con las muñecas atadas en la espalda. Y le he metido tal punterazo en la boca que casi se atraganta con sus propios dientes. Decía que me iba a denunciar, que esto no iba a quedar así.

En ese momento, lo he puesto de pie. He sacado el móvil y le he enseñado las fotos que tenía colgadas besandose con otro tío. Esas en las que no se ha etiquetado pero un amigo común subió. Le he advertido que o su mujer o mi hoja de reclamación. Cuando le he acabado de convencer que casualmente ha sido el momento en que ha dejado de ser mi sparring le he sacado por la parte de atrás sintiendo compasión por un ente, falto de alma y lleno de rencor. No como en mi caso que aunque sea tengo sentido de la justicia.

Así que vuelta a mi cama. A la no violencia.

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