lunes, 4 de octubre de 2010

1 de Octubre. Y ya van 8 cumplidos.

Como bien dije en la anterior entrada ya van 8 años en los que el Bar San Fermin de Burlada ha seguido subiendo y bajando sus persianas cada día. 8 años llenos de experiencias, experiencia y muchas batallas que espero vean la luz de aquí a dos años si todo va por buen camino.

Al Bar San Fermin le debo unirme mucho más a mi padre. Le debo muchas lágrimas, mucha rabia pero sobre todo grandes momentos. Mucha superación personal. Conocer a muchísima gente. A la que fue mi novia durante 4 años... Le debo parte de 8 años de mi vida de manera más que intensa.

Mi padre tampoco quiere darle mucha bola a los años que lleva abierto. Lo importante es que podamos seguir durante muchos años levantando la verde (y en invierno pesada) persiana metálica. Que los vecinos a las 6 de la mañana se giren en sus camas para evitar oir el crujir con cada doblado de las partes de la persiana.
Pese a que nadie cayó en la cuenta hubo, como decía, momentos mágicos. Uno de los parroquianos habituaes trajo una acordeón, otro una guitarra y se pusieron a cantar rancheras y canciones populares de aquella desfasada Pamplona, que hacía de los bares un sitio de encuentro y familiaridad. Un sitio acogedor como la casa de un amigo al que vas de visita.



Así es como es el actual Bar San Fermin. Un sitio donde ir a almorzar más que bien de cantidad y a un precio más acogedor que el propio local. Desde mi padre hasta la última baldosa del bar te mostraremos un recibimiento y un trato totalmente familiar, siempre y cuando mantegas la compostura y el respeto. Como decía, es como ir a visitar la casa de un amigo.

Empezó a crearse ambiente. La gente comenzó a entrar y poco a poco a llenarse el bar. Estabamos los de siempre e incluso bastante gente que atraída por la música pedía un vinito o una mini. Momentos mágicos. Al día siguiente se cumplirían 8 años recibiendo y despidiendo a clientes. Y el día previo el bar poseía un acento caluroso. De típica estampa navideña con los cristales empañados el último día de Septiembre. Los aplausos, los coros iban a partes iguales con las risas y el jolgorio. Aquello tampoco penséis que fue la "Pachá" o la "Penélope" pero sí era el "Bar San Fermin"




Aquí os dejo una fotografía más de cuando comenzaba a entrar la gente. No se aprecia que esté lleno pero insisto en que eran los comienzos del festivas improvisado. Era muy graciosa la cara de la gente que pasaba por allí y se quedaba embobada desde el ventanal con el espectáculo.



Personalmente no quiero que pienses que este es el blog del Bar San Femin ni mucho menos. Ni tampoco que recibo comisión alguna...simplemente es parte de mí, igual que mis éxitos o fracasos en la vida.

Pues "ná" nos vemos mañana.

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